Hace cuatro décadas, Cancún estaba desierta y pocos sabían de su existencia. Situado en una región casi olvidada del Caribe, estaba formado por una serie de dunas de arena. Ahora, con el paso del tiempo, esa misma zona está repleta de hoteles. Los hoteles de Cancún son verdaderos paraísos situados en un enclave inmejorable. La mayoría de estos hoteles con spa facilitan mucho más el descanso de todos los turistas que deciden viajar a Cancún.
La costa estaba formada por pantanos, manglares, zonas de selva virgen y playas inexploradas. Incluso su nombre no estaba claro: en algunos mapas se la denominaba como «Kankun», que significa “nido de serpientes» en lengua maya. El nombre actual de «Cancún» es un desarrollo natural de la fonética actual. Durante los años 60, diferentes estudios turísticos a nivel nacional e internacional revelaron que las visitas que comenzaba recibir se estaban convirtiendo en su principal fuente de ingresos.
Una de las prioridades del gobierno mexicano fue la de promover los destinos turísticas existentes (Acapulco, Mazatlán, Puerto Vallarta, Ixtapa – Zihuatanejo y Cozumel), hasta que decidieron centrarse en la creación de ciudades integrales basadas en el turismo a partir de cero, como en la zona de Cancún.
Después de evaluar docenas de ubicaciones potenciales, a principios de 1969, el Banco de México comenzó con el desarrollo de cinco destinos turísticos integrales: Ixtapa, Los Cabos, Loreto, Bahías de Huatulco y Cancún. A pesar de tener ciertas desventajas como la distancia con las principales ciudades de la región y una infraestructura deficiente, poco a poco Cancún se ha convertido en un destino turístico por excelencia para todos aquellos que quieren disfrutar de playas de ensueño.